Cucarachas en los sobres de correos
Todo el mundo ha enviado alguna vez una carta por correo, y para esta cotidiana labor, seguro que ha debido pasar su húmeda lengua por la parte del sobre que contiene pegamento para, de esta manera, cerrar la carta para su envío.
Pues bien, aparte del sabor tan desagradable que tiene dicho pegamento, parece ser que esconde más de una sorpresita...o al menos este rumor es el que circula y que tiene su origen fuera de España:
Una mujer trabajaba en una oficina de correos en California Un día lamió los sobres y las estampillas en lugar de utilizar una esponja. Ese mismo día se cortó la lengua lamiendo un sobre.
Una semana más tarde notó una rara hinchazón en su lengua. Fue al médico, pero no le encontró nada raro. Su lengua no estaba dolorida ni enrojecida ni nada. Unos días más tarde, su lengua comenzó a hincharse más y le empezó a doler muchísimo, a tal punto que no podía comer. Regresó al hospital y exigió que le hicieran algo. El médico le tomó una radiografía de la lengua y notó un bulto en su interior. La preparó para una cirugía menor y cuando le abrió la lengua, una cucaracha viva salió arrastrándose. La explicación es que había huevos de cucaracha en la franja donde se sella el sobre. El huevo pudo incubarse dentro de la lengua debido a la saliva y a que estaba caliente y húmedo.
Esta es una historia real que informó la cadena CNN. Andy Hume escribió lo siguiente: -“Yo trabajaba en una fábrica de sobres. Es difícil creer lo que flota por ahí en esas bandejas aplicadoras de goma. Hace años que no lamo los sobres. Hace 32 años, cuando trabajaba en un taller tipográfico, nos dijeron que NUNCA lamiéramos los sobres. Nunca lo entendí hasta que tuve que ir a la bodega a traer 2500 sobres que ya estaban impresos para un cliente que tenía una lista de direcciones a las que enviaba información o propaganda periódicamente, y vi varias cuadrillas de cucarachas caminando dentro de unas cajas de sobres donde había huevos por todas partes. Las cucarachas se comen la goma de los sobres. Yo creo que los talleres tipográficos tienen más dificultad controlando las cucarachas que los restaurantes. Yo siempre compro el tipo de sobre que se autosella, o si es necesario, utilizo el pega stick”.